lunes, 27 de marzo de 2017

Eventos destacados del mes de marzo

Publicado por David Arbizu

LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO LLEVAN AL PLANETA A UNA CONTINUA AGITACIÓN QUE SUPERA LA COMPRENSIÓN DE LOS METEORÓLOGOS
La Organización Mundial de Meteorología (OMM) acaba de publicar su “Declaración sobre el Estado del Clima Global en 2016”, un estudio exhaustivo sobre eventos, patrones y desajustes climáticos. Según la OMM, las temperaturas récord de calor que experimentamos en 2016 y que continúan en 2017, han convertido al mundo en un “territorio realmente inexplorado”.

En otoño de 2016 las previsiones eran que las temperaturas globales podrían empezar a tener una tendencia a la baja durante el año 2017, ya se daba por finalizado el fenómeno de El Niño y había muchos indicativos para prever que iba a iniciarse el fenómeno de La Niña, que es un patrón frío que conllevaría un debilitamiento del calor sin precedentes que estamos experimentando a nivel global. Pero lo que los científicos están comprobando es que no se cumplen sus previsiones, que los patrones climáticos no siguen las pautas y estructuras que hasta ahora los habían definido y que se encuentran ante un sistema climático desconocido que desafía los límites de su comprensión. Lo que sí saben y expresan los científicos es que el cambio climático está provocado principalmente por el calentamiento global y que son las actividades humanas las que lo están impulsando. Tal como declara Jeffrey Kargel, glaciólogo de la Universidad de Arizona: “La Tierra es un planeta en agitación debido a los cambios causados ​​por el hombre en la atmósfera”, a lo que añade: “En general, cambiar drásticamente las condiciones no ayudan a la civilización, que se nutre de la estabilidad”. También son impactantes las palabras de David Carlson, director del programa mundial de investigación sobre el clima: “Después de que el potente El Niño de 2016 se disipara, hoy asistimos a otras alteraciones en el mundo que no logramos dilucidar, estamos al límite de nuestros conocimientos científicos sobre el clima”.

El mapa que sigue a continuación informa sobre las condiciones de altas temperaturas por encima de los promedios registrados y también sobre los registros mínimos de extensión de hielo en los polos. 



En general, la situación actual que muestran los primeros meses del año 2017 es que las temperaturas siguen siendo más elevadas de lo normal, que en los casquetes polares se mantienen las olas de calor, que el hielo marino ha llegado a mínimos récord y sigue aumentando el nivel del mar. Al mismo tiempo, somos testigos de tormentas con lluvias torrenciales que pueden llegar a cualquier lugar del planeta, incluso donde históricamente nunca han sido habituales y también en lugares donde todavía están bajo los efectos de sequías muy severas. Algo que también llama la atención son los fuertes vientos que han afectado a muchas partes del globo provocando tornados, trombas marinas, ciclones y vientos huracanados que han causado daños y han potenciado mareas y oleajes que han inundado muchas ciudades costeras. Otro factor donde vemos modificaciones de los patrones climáticos habituales son las temperaturas. Por un lado, cada vez hay menor contraste entre las temperaturas de los polos y el ecuador y, por otro lado, vemos que hay zonas donde el invierno ha sido más cálido de lo esperado y otras, como algunas zonas de Oriente Medio, donde las temperaturas han sido inusualmente bajas, como los 5ºC negativos registrados en Catar el pasado 5 de febrero. También observamos un incremento de la fuerza y acción del elemento fuego, ya que cada vez hay más volcanes en erupción y mayor movimiento magmático bajo la superficie y, en relación directa con la actividad volcánica, hay un aumento de la actividad sísmica en muchas partes del planeta, aunque predomina especialmente, junto con la actividad volcánica, en toda la zona del Anillo de Fuego, donde la gran Placa del Pacífico, que es una placa marina, tiene muchas zonas de subducción sobre otras placas llamadas “mixtas” porque están cubiertas por corteza marina y corteza continental.

El siguiente mapa muestra los volcanes que estaban activos en el planeta el 25 de marzo. Se puede observar que la mayoría se encuentran en el Anillo de Fuego.


De algún modo podemos decir que se está generalizando un patrón de eventos extremos como resultado de la presión y desestabilización que la actividad humana provoca en el planeta y que estamos siendo testigos de que cada desajuste generado conlleva una reacción en cadena que puede afectar a todo el sistema climático global y a cualquiera de los subsistemas que lo componen. 
Algunos científicos consideran que el problema principal es el deshielo de los polos, que está provocando una modificación general de la circulación oceánica y atmosférica que afecta a su vez a las condiciones meteorológicas de otras regiones del mundo, pero si observamos la Tierra como un completo organismo dinámico y vivo vemos que todo está interconectado y que el problema principal es de todo el engranaje, porque todo se ve afectado y el verdadero origen es que la especie humana y su actividad en el planeta se han convertido en una fuerza global perjudicial. Por ejemplo, como raza humana, producimos más sulfuro que todos los volcanes del mundo juntos, liberamos más dióxido de carbono del que captura toda la Selva Amazónica, generamos zonas muertas en los océanos al contaminarlos, zonas muertas que van a dificultar el movimiento de las corrientes creando zonas estancadas con aguas muy calientes, lo que llamamos “burbujas”, que a su vez van a provocar mayor evaporación y que se formen mayores tormentas y ciclos desequilibrados y extremos de sequía y lluvias torrenciales. El impacto de la actividad humana afecta negativamente a los ecosistemas y hábitats, a las formas de vida y subsistencia de los animales y las plantas, a la cadena trófica, a la propia actividad humana e incluso a su supervivencia, lo cual incrementará los conflictos sociales a pequeña y gran escala conforme el clima extremo dificulte la obtención de alimentos y también de agua potable. 
¿Seremos capaces de frenar a tiempo y volvernos una fuerza global beneficiosa para el planeta y para todas las formas de vida, incluidos nosotros mismos? Está en nuestras manos.



Fuentes:

martes, 14 de marzo de 2017

Eventos destacados del mes de marzo

Publicado por David Arbizu

CARRETERAS Y CAMINOS HAN DIVIDIDO LA TIERRA EN MÁS DE 600.000 PEDAZOS
A finales del año pasado, un grupo internacional de científicos publicaron, en la revista Science, un trabajo a través del cual han confeccionado el primer mapa mundial de áreas naturales sin acceso por caminos o carreteras. Durante casi una década han analizado y puesto sobre el mapa 36 millones de kilómetros de vías terrestres, cuyos datos han obtenido principalmente del portal OpenStreetMap, que ofrece datos geoespaciales y de otros portales utilizados para contrastar la información obtenida.

Para desarrollar su estudio consideraron superficie natural sin acceso y fuera del impacto de las vías construidas por los humanos a todas las áreas situadas como mínimo a un kilómetro de cualquier camino o carretera. Con este criterio llegaron a la conclusión de que actualmente un 80% de la superficie de la Tierra está alejada de caminos o carreteras, pero esta superficie está increíblemente troceada en 600.000 partes, la mitad de la cuales ocupa menos de un kilómetro cuadrado. Además, de estos 600.000 pedazos considerados áreas naturales, solo un 9,3% están protegidos.

Los científicos también han señalado que tienen claro que la cifra de 600.000 se queda corta, porque no han obtenido datos actualizados ni fiables de muchas zonas geográficas y también porque la construcción de carreteras y caminos es incesante a nivel planetario y, tal como ellos mismos indican, construir una carretera significa seguir abriendo más caminos y vías, algo que se conoce como “desarrollo contagioso” o “efecto contagio”.

A continuación se observa el mapa global de las áreas sin acceso por carretera. El color azul indica los trozos especialmente amplios, aunque estas áreas están sobreestimadas por la falta de datos. Las áreas rojas son las que contienen muchas carreteras y las áreas azules las que están más libres, una gran parte de las cuales corresponde a zonas cubiertas por tundra, rocas o hielo.



Mapa global. (P. Ibisch et al., Science (2016))

Las vías terrestres construidas por el ser humano tienen un gran impacto medioambiental negativo con consecuencias hidrológicas y climatológicas. Además, provocan deforestación y destrucción de ecosistemas y vida vegetal y animal a lo largo del trazado de la vía. Para árboles y plantas, el camino o carretera crea un corte que reduce zonas de expansión, que pueden ser a nivel de superficie pero también a nivel de subsuelo, limita el acceso a recursos hídricos, genera dificultades de reproducción y polinización y provoca cambios en las vías fluviales y menor aprovechamiento de la lluvia. Para los animales supone un obstáculo en su hábitat natural que dificulta sus desplazamientos vitales, que pueden estar relacionados con alimentación, reproducción, zonas de recogimiento y protección, etc. 
Estas infraestructuras también aportan efectos muy dañinos relacionados con el ruido, la polución química, la mayor probabilidad de incendios, la posibilidad de que se formen asentamientos humanos que destruyan y desequilibren los hábitats y, sobre todo, los atropellos de animales.

Una de las soluciones al problema del atropellamiento de animales son los “pasafaunas” o “ecoductos”, viaductos que cruzan por debajo o por encima de las carreteras y permiten comunicar ambientes naturales fragmentados. En algunos lugares se ha comprobado que han dado buenos resultados, aunque algunos científicos consideran que son muy costosos y solo mitigan los grandes problemas que crean las carreteras.

Ejemplo de viaducto para facilitar el paso de la fauna

Para el equipo que ha realizado este trabajo es importantísimo que no se construyan más carreteras en las zonas que están libres de ellas y quieren que su trabajo sea una llamada a los responsables políticos de todo el mundo con competencias en la planificación y construcción de vías terrestres. En este sentido, el artículo publicado en Science recuerda que, según la Agencia Internacional de la Energía, el incremento mundial de la longitud de infraestructuras viarias será de más del 60% entre 2010 y 2050.

Ejemplo de la gran destrucción de terreno debido a la infraestructura viaria

Por último y no menos importante, mencionar las líneas de energía de la Tierra, las Líneas Ley, que también sufren el impacto del corte y la intromisión de la energía obstructora proveniente del asfalto, del tráfico, del desequilibrio del hábitat natural y la llegada de elementos contaminantes, algo que, al mismo tiempo, va a perjudicar el equilibrio y desarrollo del ecosistema y lo va a hacer más vulnerable al abuso e intromisión de la huella del hombre.