martes, 25 de enero de 2022

AUMENTAN LOS BROTES DE GRIPE AVIAR

Redactado y publicado por David Arbizu


A finales de diciembre saltó la noticia que alertaba de un potente brote de gripe aviar en Israel, focalizado principalmente en el valle Hula, donde se encuentra el lago Hula. Este brote es de la variante H5N1 de la gripe aviar. El virus H5N1 se detectó por primera vez en 1996 en gansos de China, y en humanos en 1997, durante un brote en aves de corral en Hong Kong. En los años siguientes, se ha encontrado en muchos países del mundo. En Israel apareció por primera vez en marzo de 2006, y desde entonces ha habido brotes casi todos los años.


El brote actual se detectó por primera vez en granjas avícolas israelíes durante el mes de noviembre, pero los primeros signos que mostraron que se iba a afrontar un problema muy grave se detectaron a mediados de diciembre, cuando se empezaron a encontrar muchas grullas comunes muertas en la zona del lago, y a finales de diciembre ya se habían encontrado más de 5.000 grullas muertas y el número ha ido creciendo y superando el de 8.000, mientras las autoridades israelíes advierten que el brote actual es diferente debido a la alta tasa de mortalidad masiva entre las aves infectadas y que hasta ahora este es el mayor caso de gripe aviar en grullas a nivel mundial. La ministra de Protección del Medio Ambiente de Israel, Tamar Zandberg, también declaró que este brote de gripe aviar H5N1 es el "peor golpe a la fauna" de la historia de Israel y que el alcance total de sus daños "aún no está claro".


En el mapa se observa la situación del valle Hula, que es una zona importante de llegada de muchas aves migratorias, y especialmente de grullas que llegan desde Rusia, Ucrania y Escandinavia para pasar el invierno y esperar a la primavera para regresar a latitudes más frías. Su situación tan próxima a la frontera con el Líbano ha provocado que en el sur de este país hayan extremado las precauciones para evitar cualquier contagio en sus granjas, ya que el virus puede transmitirse por el aire o a través de las aves migratorias o incluso de los animales salvajes que habitualmente cruzan su frontera con Israel. De momento se sabe que, a 20 de enero, no se había detectado ningún caso en el Líbano.

Los últimos informes indican que está disminuyendo la muerte de grullas, pero se han encontrado aves infectadas en otras zonas naturales de Israel. También se han detectado aves de rapiña infectadas que comparten espacios de alimentación y descanso con otras aves y que además se ha visto que se alimentan de aves muertas e infectadas. En este sentido, preocupa que la gripe aviar pueda afectar especialmente a las águilas del valle de Hula y otros valles donde se concentran las grullas, ya que las águilas son carroñeras. El valle de Hula es un buen lugar donde invernar para muchas aves, especialmente para las águilas moteadas mayores y las águilas imperiales orientales, que son especies amenazadas a nivel mundial, y también para las águilas de cola blanca, que están en peligro de extinción en Israel.

Obviamente, donde la enfermedad se propaga con más fuerza y rapidez es en las granjas avícolas. De hecho, las condiciones de hacinamiento de la cría intensiva de aves de corral son las que provocan que algunas variantes hayan llegado a ser tan mortales e infecciosas, y que a partir de esos puntos de infección se puedan extender a especies silvestres que además se convierten en propagadoras de la enfermedad debido a sus movimientos y migraciones. Y esto siempre acaba significando el sacrificio de miles o incluso millones de aves de corral. En Israel ya se han sacrificado más de un millón de pavos, patos y gallinas de granja, todo ello mientras las autoridades aseguran que las aves de corral y los huevos son seguros para el consumo si se cocinan adecuadamente.


Al igual que sucede con los virus de la gripe humana, y tal como también estamos comprobando con la pandemia del Covid-19, hay muchas cepas de la gripe aviar y algunas son más mortales que otras. La variante H5N1 está siendo especialmente agresiva esta temporada, y se ha extendido por toda Europa. A finales de diciembre ya se informaba de 27 países europeos afectados por el brote, y que el Reino Unido estaba experimentando el mayor brote de gripe aviar de su historia, algo que había provocado el sacrificio de más de 500.000 aves de corral y otras aves domesticadas. Al mismo tiempo, también se han ido encontrando muchas aves silvestres muertas por la gripe aviar, destacando la muerte de más de 4.000 gansos de la especie barnacla en Escocia y también de entre el 15 y el 20% de los gansos que habitan el archipiélago de Svalbard, en Noruega, y que están representados en la imagen superior. Justo antes de la publicación de este artículo se notificaba la detección de un brote muy contagioso en los Países Bajos, donde ya se iba a poner en marcha el sacrificio de cientos de miles de pollos. En España ya se han encontrado aves silvestres infectadas y también aves de corral en granjas de Lérida, Ávila, Segovia y Palencia.

De momento ninguna variante de la gripe aviar ha provocado infecciones preocupantes en humanos. La primera que se detectó fue en 1997 durante un brote de aves de corral en Hong Kong. A nivel mundial, desde enero de 2003 hasta el 30 de diciembre de 2021, se han notificado 863 casos de infección humana en 18 países. De estos, 456 acabaron con la muerte de la persona infectada fatales. A pesar de ello y hablando de la variante H5N1, la Organización Mundial de la Salud considera que el riesgo pandémico general asociado a H5N1 no ha cambiado significativamente en comparación con años anteriores y sigue siendo muy bajo. Respecto a este brote actual, a principios de enero se infectó una persona en el Reino Unido, una persona que tuvo mucho contacto con aves infectadas en sus instalaciones. Se ha hecho un gran seguimiento de las personas que habían contactado con la infectada y no ha habido ninguna propagación y el infectado se encuentra bien y en autoaislamiento.

De todas formas, al igual que sucede con el Covid-19, no se sabe con certeza por qué un brote puede ser más virulento o infeccioso que otro. De hecho, la variante H5 de la gripe aviar ya tiene varios subtipos, como mínimo desde el H5N1 al H5N8, y se considera que todos están circulando por todo el mundo a través de las aves tanto silvestres como de corral. En Estados Unidos no se había detectado ninguna infección en aves de la variante H5 desde el año 2016, pero el pasado 18 de enero se informaba de la detección de algunas aves infectadas en los estados de Carolina del Norte y Carolina del Sur. También se han detectado infecciones en humanos desde varios subtipos, aparte del H5N5, y actualmente los expertos están preocupados por el subtipo H5N6, que parece haber cambiado y ahora ser más infeccioso para los humanos. También existe preocupación por la enorme cantidad de variantes y subtipos, algo que a nivel epidemiológico eleva mucho el riesgo y representa una mayor posibilidad de que cualquier variante pueda mutar o incluso crear vínculos con un virus de la gripe humana, porque si esto sucediera empezaría a transmitirse masivamente entre humanos generando un gravísimo problema de salud mundial.


Lo que sí que está claro es que la interacción del hombre y su abuso sobre la naturaleza, junto con toda la contaminación con la que está devastando el planeta, van a empeorar situaciones como esta. La imagen superior hace referencia a todo el daño que también causa la agricultura y todas las medidas que toma el ser humano para proteger sus intereses. En Israel, por ejemplo, se puso en marcha un programa para echar maíz a las grullas con el fin de evitar que se comieran las cosechas, pero eso provocó altas concentraciones de aves en zonas concretas y ayudó a la transmisión y expansión de la enfermedad. También las actividades de caza significan una interacción negativa del hombre y los animales, no solo por el asesinato sino porque los cazadores pueden propagar la enfermedad al llevar el virus en sus zapatos, en los neumáticos de sus coches o a través de los perros que utilizan para recoger las aves que cazan. Además, al cazar provocan la huida de otras aves, que vuelan hacia otros lugares y propagan el virus. Por estos motivos en Israel se ha cancelado el último mes de su temporada de caza.

Algunos expertos advierten de esta clara posibilidad de expansión de infecciones y enfermedades zoonóticas, y que se tienen que tomar otras medidas e implementar soluciones con antelación para no acabar con esos enormes sacrificios de aves de corral, que ahora ya están provocando que muchos agricultores y ganaderos exijan que también se sacrifiquen las aves silvestres al culpabilizarlas de estos problemas. Por esta razón, muchas organizaciones protectoras de la vida animal y de las aves silvestres están monitoreando las situaciones que van emergiendo y exigiendo normativas y zonas de protección y refugio para especies que puedan llegar a ser diezmadas por la falta de conciencia del ser humano. Además, con el calentamiento global, muchas especies de aves pueden variar sus migraciones llegando a más lugares o también moviéndose y deteniéndose en más puntos que adquieren características que ahora les son apropiadas y antes no lo eran.






martes, 11 de enero de 2022

LAS ZONAS MUERTAS DE LOS OCÉANOS

 Redactado y publicado por David Arbizu


Desde hace muchos años existe una gran preocupación por las zonas muertas que se han formado y se siguen formando en los océanos, y cómo desgraciadamente van aumentando en número y tamaño. Una zona muerta es un área donde ha habido una reducción excesiva o completa del oxígeno en el agua, algo que se llama hipoxia, y esto genera la muerte de la vida oceánica, la muerte del ecosistema, tanto porque muere la vida vegetal y la vida animal que no tiene capacidad de salir de la zona, como por la huida forzosa de las especies con capacidad de movimiento pero que pertenecen a ese ecosistema y entonces su marcha provoca desequilibrio y muerte.

Crédito: Jarek Kwiecinski y Andrew Babbin

A finales del año pasado, los científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) publicaron un estudio junto con un atlas tridimensional en la revista Global Biogeochemical Cycles. El nuevo atlas ofrece datos más detallados y precisos de las zonas muertas de los océanos de la Tierra. La imagen superior corresponde a las mediciones que se hicieron frente a Centroamérica y norte de Sudamérica, donde se constató la gravedad de dos amplias zonas con niveles extremos de hipoxia. En el mapa se muestran zonas de color cobre que representan las ubicaciones con concentraciones de oxígeno consistentemente más bajas, y zonas de color verde azulado intenso que indican regiones sin oxígeno. La zona de Sudamérica mide alrededor de 600.000 kilómetros cúbicos, aproximadamente el volumen de agua que llenaría 240.000 millones de piscinas olímpicas. La zona frente a la costa de Centroamérica es aproximadamente tres veces más grande.

Fuente: El País

La imagen superior muestra de forma sencilla los pasos que provocan la formación de una zona muerta. El paso 1 dice: “Un río recoge los restos de fertilizantes de los cultivos y los arrastra al mar”. Realmente, la llegada de restos de fertilizantes y de herbicidas que llegan a los ríos desde las escorrentías de los campos agrícolas y acaban desembocando en el mar es uno de los mayores impulsores de zonas muertas. Aunque hay procesos naturales que pueden conducir a situaciones similares a las que muestra una zona muerta, sin la acción del ser humano todo entraría en ciclos naturales, con zonas que por su ubicación pueden pasar procesos de debilidad para después recuperarse, y este tipo de ciclos, que también forman parte de la salud y regeneración que requieren áreas concretas, entran en los patrones de la biosfera de forma equilibrada. Las áreas que por su ubicación son más proclives a sufrir estas reducciones peligrosas de oxígeno en el agua son las que normalmente están más estancadas, como bahías, golfos o zonas donde no hay corrientes marinas significativas para cumplir con una función de refrescamiento, reequilibrio y regeneración.

Un área que es un ejemplo claro de extensión y enorme devastación es todo el Mar Mediterráneo, que algunos consideran prácticamente muerto. Quizás la zona muerta más conocida es la del Golfo de México, frente a la costa de Estados Unidos y la desembocadura del río Misisipi. Ambos ejemplos nos muestran todo el deterioro de la contaminación que impulsa las zonas muertas. En el caso del Golfo de México, queda clara toda la devastación causada por todos los vertidos de la enorme cantidad de industrias químicas y petroleras que hay al final del río Misisipi y frente a la costa, con plantas de extracción de petróleo y gas y sus correspondientes fugas y accidentes.

El paso número 2 de la imagen dice: "El plancton se alimenta de ellos y prolifera". Se refiere a que se alimenta de los restos de fertilizantes y herbicidas. Todo ello provoca un gran florecimiento de algas tóxicas y otros organismos de forma desequilibrada, como una verdadera plaga que además no deja pasar los rayos solares que es imprescindible que lleguen a cierta profundidad del océano para el sostenimiento de algunas formas de vida, ya que la falta de la luz solar enferma y mata la vegetación nativa de cada lugar.

En el paso número 3 se puede leer: "La cantidad de plancton reduce la cantidad de oxígeno". Ese desequilibrio de floraciones superficiales desajusta la composición del agua, que también enferma y se descompone al tener que sostener formas de vida inadecuadas para los hábitats y ecosistemas. Tenemos que ser conscientes de que el agua está viva y es parte vital de la biosfera, así que el agua también enferma.

En el número 4 pone: "Los peces huyen y los microorganismos caen al fondo". Tal como he comentado, toda forma de vida con suficiente capacidad de movimiento se ve forzada a abandonar su hábitat por falta de oxígeno. Y como parte del proceso, esa capa de algas y microorganismos muere y cae al fondo del mar.

El paso número 5 indica: “La descomposición del plancton muerto consume el oxígeno del fondo”. De esta forma la zona muerta, la hipoxia, ya llega desde la superficie hasta el suelo oceánico. Hay que tener en cuenta que la reducción de oxígeno en el agua provoca que los seres vivos requieran todavía más oxígeno, y esto también está relacionado con el aumento de las temperaturas, que provocan mayor necesidad de oxígeno. Se ha comprobado que, ante la falta de oxígeno y situación de hipoxia, la esperanza de vida de muchos organismos se reduce en un 74%, mientras que su requerimiento de oxígeno aumenta un 16%.

Y el paso número 6 señala: “Algas, corales y crustáceos también mueren”. Tal como he comentado, muere toda la vida vegetal, así como la vida animal que además de no tener gran capacidad de movimiento no puede vivir en otro tipo de ecosistemas que no sean los cercanos a las costas y con esas características concretas, unas características que son indispensables para la vida no tan solo oceánica sino para las costas, los manglares, los arrecifes, las playas y también tierra adentro junto con los ríos, porque sabemos que “Todo está conectado”.


El mapa superior muestra las zonas muertas del planeta, en color rojo, y en azul las zonas donde ya existe una falta importante de oxígeno en el agua. En el mapa ya se ve una enorme zona con déficit de oxígeno que cubre Centroamérica y gran parte de Sudamérica, pero con las últimas mediciones y estudios publicados se ha constatado la fuerza y expansión de zonas muertas en amplios márgenes litorales.

Tal como he comentado, las zonas donde hay poca incidencia de corrientes marinas son las que más fácilmente pueden convertirse en zonas muertas, pero la actividad humana puede llegar a ser tan nefasta como para afectar cada vez más a zonas con más movimiento de flujos marinos. Además, con la crisis climática y el calentamiento global ya estamos siendo testigos de cómo se debilitan muchas corrientes fundamentales para el sostenimiento de los ciclos y patrones oceánicos y también atmosféricos. Una noticia actual, de finales de la semana pasada, advertía de la ola de calor extrema que está afectando las aguas oceánicas frente a Sídney (Australia), y que se había formado una superficie de agua caliente que cubría un área de 200 kilómetros cuadrados, pero también se detectaban altas temperaturas en las aguas más profundas y esto ya estaba teniendo consecuencias catastróficas para la vida marina de esos hábitats y ecosistemas.


Si relacionamos todo lo hablado con la imagen superior, que corresponde a la zona muerta del Golfo de México, que va creciendo y desequilibrando cada vez un área mayor, la debilidad de las corrientes internas del Golfo de México junto con la debilidad de la Corriente del Golfo, de la cual ya se ha comprobado su desaceleración e inicio de estancamiento, favorece esa falta de movimiento sanador y revitalizador que generan las corrientes, tanto por llegada de aguas de otras zonas como por su rol de motor de mezcla y conexión entre las aguas frescas y profundas y las aguas superficiales y más cálidas.


Con este nuevo estudio y mapa realizado se espera hacer un mayor y constante monitoreo de las zonas muertas, e intentar concienciar de la necesidad de hacer los cambios necesarios e impulsar las áreas protegidas para que no aumenten estas zonas sino que se puedan empezar a regenerar. Al mismo tiempo, se lanza una advertencia seria porque ya se detectan zonas muertas en ecosistemas de agua dulce, lejos de las contaminadas zonas costeras, y se teme que en algún momento pudiera haber un movimiento en cascada que desatara un desequilibrio enorme a nivel de todas las aguas y vida acuática del planeta.