miércoles, 30 de enero de 2019

Evento del mes de enero

Publicado por David Arbizu

LA GRAN IMPORTANCIA DE LA CORRIENTE JET STREAM Y EL VÓRTICE POLAR SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Antes de empezar a hablar de causas y efectos, creo que es importante saber qué es la corriente “jet stream” o “corriente en chorro polar” y qué es el vórtice polar. A pesar de que en cada hemisferio del planeta hay un jet stream polar y un jet stream subtropical, normalmente se utiliza el nombre de “jet stream” para referirse a la corriente de viento atmosférica que rodea el Polo Norte, a la altura del norte de Europa, Asia y Norteamérica, en sentido oeste a este, a una velocidad que puede alcanzar los 440 km/h y a unos 8 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. Esta corriente tiene varios kilómetros de altura y más de 160 km de anchura. El jet stream es, en gran medida, responsable del clima del hemisferio norte debido a que transporta la humedad y mueve masas de aire frío y caliente, así como sistemas de tormentas. La corriente es más fuerte en invierno, que es cuando tiene un mayor efecto sobre el clima y cuando cualquier desequilibrio o alteración supone la entrada hacia el sur de aire polar y la entrada hacia el norte de aire cálido debido a que se debilita y genera ondulaciones muy marcadas en lugar de sostener una trayectoria más recta y compacta, con ondulaciones suaves.

El vórtice polar es una gran área de baja presión y aire frío que rodea los polos de la Tierra. El término “vórtice” se refiere a la rotación de bandas circulares de vientos en contra de las manecillas del reloj que permite que el aire frío se mantenga cerca de los polos. Se sitúa muy por encima del jet stream, en la parte alta de la troposfera y en la estratosfera, que es la capa atmosférica que está sobre la troposfera. Cuando muestra una estructura consistente, el vórtice polar mantiene el aire frío alrededor del polo y evita que se caliente la estratosfera, algo básico para sostener esas bandas circulares de vientos en las capas más bajas de la troposfera y no permitir que se formen sistemas de bajas presiones que faciliten la entrada de vientos cálidos en la zona polar. Cuando el vórtice polar se desequilibra y se tambalea, sus vientos se expanden y se descomponen permitiendo que el aire frío se escape, afectando también a la estabilidad de la corriente jet stream y potenciando esas ondulaciones que significan la bajada de aire polar sobre partes del hemisferio norte y la entrada de masas de aire caliente en el Ártico. Al mismo tiempo, la falta de fuerza del jet stream también favorece la entrada de aire caliente afectando al vórtice polar conforme ese aire sube hacia capas de la atmósfera más elevadas.



Actualmente estamos siendo testigos de la bajada de poderosas tormentas polares sobre América del Norte, Europa y Asia, en gran medida debido a la debilidad del jet stream y a que el vórtice polar, tal como se pronosticaba que podía pasar desde finales del año pasado, se ha dividido en tres partes debido a lo que se conoce como “Calentamiento Súbito Estratosférico”, algo que sucede cuando grandes ondas atmosféricas se elevan con una carga de energía que calienta rápidamente la estratosfera afectando al vórtice polar. Al formarse tres sub-vórtices, su movimiento impulsa la inestabilidad del jet stream y que se formen ondas descendentes por donde baja el frío polar y ondas ascendentes por donde suben vientos cálidos que llegan al Ártico.

Cada vez hay más científicos y expertos que relacionan el cambio climático y, en especial, el calentamiento global, con estos desequilibrios atmosféricos. Está claro que el deshielo provoca que la situación se acentúe, ya que no se frena la entrada de agua más caliente desde el norte del Atlántico y del Pacífico. Además, el agua abierta absorbe más calor y hay menos reflectancia solar debido a la falta de superficie helada. Todo ello significa aceleración del deshielo, donde Groenlandia juega un papel vital porque el deshielo que está sufriendo está provocando alteraciones en la circulación termohalina oceánica, una circulación necesaria para el equilibrio climático del planeta. El deshielo de Groenlandia, y del Ártico en general, hacen que haya una gran entrada de agua dulce en la zona del Atlántico Norte y que las aguas que llegan desde la Corriente del Golfo no se hundan con facilidad para impulsar y seguir esa circulación y que, tal como han advertido algunos científicos, el Atlántico vaya entrando cada vez más en el Ártico, gracias también a que los mares que forman el sur del Ártico no se congelan. Esto también sucede en el norte del Pacífico y provoca la entrada de agua y aire caliente y la formación de zonas extremadamente cálidas en el norte de Alaska.

Un factor determinante que incide en todos los patrones y sistemas es la diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos, una diferencia imprescindible que ha ido disminuyendo con el calentamiento global. Algunas investigaciones indican que esta es la razón principal de la debilidad del jet stream y también de los desequilibrios de importantes patrones atmosféricos como la Oscilación del Atlántico Norte, que en gran parte se define por el equilibrio entre la zona anticiclónica que se forma en las Azores y las bajas presiones de Islandia. En este sentido, durante este mes de enero se ha observado un patrón sostenido de altas presiones frente al Reino Unido que ha provocado un bloqueo anticiclónico que ha impulsado la ondulación descendente del jet stream hacia el centro y este de Europa. Y últimamente, desde hace una semana, las altas presiones se están desplazando hacia el oeste, hacia Islandia, de forma que ese bloqueo provoca que el frente polar descienda antes afectando gran parte de Europa.

La imagen que sigue a continuación representa el movimiento del jet stream del día 29 de enero de 2019. Se observa perfectamente todo el desequilibrio de su trayectoria, el descenso cubriendo el centro y este de América del Norte y la entrada en Europa desde la zona este y sureste debido al bloqueo formado a la altura de Islandia.


También, a nivel global, se está observando una disminución de la diferencia de temperatura entre la superficie del mar y la superficie terrestre, algo que está asociado con el movimiento de patrones atmosféricos y donde también intervienen factores como los índices de humedad y de sequedad de la superficie terrestre. Esto implica una disminución de la cobertura de nubes, especialmente en verano, y el aumento de las temperaturas, además de generar que la actividad ciclónica sea más extrema, con puntuales formaciones de tormentas más potentes y destructivas que pueden llegar a zonas donde antes no eran habituales.

Todos estos trastornos, todos estos desajustes, acaban afectando a todo el planeta. Aunque principalmente estemos analizando el hemisferio norte y el clima que ahora estamos experimentando debido a la debilidad del jet stream y del vórtice polar, podemos observar cómo todo está conectado, cómo las temperaturas del ecuador están relacionadas con las de los polos, cómo también se ven afectadas las corrientes oceánicas, que también afectan a los patrones atmosféricos. Si extendemos más el análisis, podemos pensar que también serán decisivos los desplazamientos del eje de rotación de la Tierra, así como la regularidad de todos los movimientos del planeta. Además, al tratar de los polos, también hay que valorar especialmente la incidencia de la actividad solar y la fortaleza o debilidad de la magnetosfera terrestre, del campo magnético protector de la Tierra que depende del núcleo del planeta, ya que las partículas solares se desvían hacia los polos al chocar con la magnetosfera. Actualmente, con una actividad solar baja debido al mínimo solar, también es importante la llegada de rayos cósmicos y ya se ha demostrado que existe una relación de la actividad solar y los rayos cósmicos con la presión de la troposfera y con el vórtice polar, aunque de momento los mismos científicos reconocen que estas influencias solares y cósmicas sobre las capas más bajas de la atmósfera todavía están en proceso de investigación y de comprensión. Si estamos hablando de la actividad solar, del núcleo del planeta, de diferencias de temperaturas, también es lógico pensar que los movimientos magmáticos y lo que conocemos como “tectónica de placas” también pueden ser un factor influyente sobre estos patrones atmosféricos tan importantes, ya que la subida de magma, incluso la actividad volcánica, también representa un aumento de la temperatura de la superficie y, en caso de emisión de gas y ceniza desde los volcanes, también afecta a la estratosfera, a los vientos y al reflejo de la luz solar, entre muchas otras cosas. Además, está comprobado que la actividad solar ayuda a que el movimiento de placas sea más equilibrado.

Todos estos factores posibles de provocar desequilibrios que afecten a todo el planeta y también, en particular, al jet stream y al vórtice polar, nos muestran cómo todo está interconectado, cómo todos los elementos del planeta: aire, agua, tierra y fuego e incluso las fuerzas y energías que llegan desde fuentes extra planetarias están vinculados, se conjugan dando forma a todos los patrones climáticos, formando ciclos naturales que permiten la existencia de la biosfera. Entonces, conforme observamos todo esto, aparece el factor humano, un factor determinante de los desequilibrios que estamos experimentando en nuestro planeta, de toda la crisis planetaria y del cambio climático. La actividad humana es la máxima responsable del calentamiento global y su impacto es global, planetario, con zonas del planeta que muestran con más rapidez y claridad sus efectos negativos, tal como está sucediendo en los polos del planeta debido a la emisión de gases de efecto invernadero, al aumento de actividades en el Ártico y también en la Antártida, actividades como la perforación y extracción de materiales y todas las relacionadas con el transporte marítimo y el incremento del turismo junto con todo el abuso y contaminación que se ha hecho sobre estas zonas utilizándolas para almacenar residuos tóxicos de todo tipo, estableciendo bases militares que en algunos casos se han abandonado sin retirar materiales altamente peligrosos y acelerando la extinción de sus formas de vida. 

Bosques del centro de Europa totalmente cubiertos por una gruesa capa de nieve

Ahora estamos experimentando estas tormentas polares extremas, que vemos cómo dejan paisajes del centro de Europa y del norte de Estados Unidos cubiertos por metros y metros de nieve, con temperaturas extremadamente bajas, que nos recuerdan que el peligro y resultado del calentamiento global y todos los desajustes climáticos que estamos observando es una mini-edad de hielo, aunque puede que de momento los inviernos sean más cortos y los veranos más largos y con temperaturas cada vez más elevadas. Es el momento de dejar de ser ese factor negativo, es el momento de que el ser humano actúe desde otro nivel de conciencia, preocupándose por su planeta, por la biosfera, por la vida. Podemos pensar que ese momento se está acercando al ver que cada vez son más las personas preocupadas por el cambio climático y van aumentando las manifestaciones para pedir que se tomen medidas, para exigir que se frenen las actividades que están destruyendo el planeta, ya que el propio planeta nos está mostrando que se acaba el tiempo y la crisis planetaria ya nos está afectando a todos.



Fuentes:

No hay comentarios:

Publicar un comentario