Redactado y publicado por David Arbizu
A finales de diciembre saltó la noticia que alertaba de
un potente brote de gripe aviar en Israel, focalizado principalmente en el
valle Hula, donde se encuentra el lago Hula. Este brote es de la variante H5N1
de la gripe aviar. El virus H5N1 se detectó por primera vez en 1996 en gansos
de China, y en humanos en 1997, durante un brote en aves de corral en Hong
Kong. En los años siguientes, se ha encontrado en muchos países del mundo. En
Israel apareció por primera vez en marzo de 2006, y desde entonces ha habido
brotes casi todos los años.
El brote actual se detectó por primera vez en
granjas avícolas israelíes durante el mes de noviembre, pero los primeros
signos que mostraron que se iba a afrontar un problema muy grave se detectaron
a mediados de diciembre, cuando se empezaron a encontrar muchas grullas comunes
muertas en la zona del lago, y a finales de diciembre ya se habían encontrado
más de 5.000 grullas muertas y el número ha ido creciendo y superando el de
8.000, mientras las autoridades israelíes advierten que el brote actual es
diferente debido a la alta tasa de mortalidad masiva entre las aves infectadas
y que hasta ahora este es el mayor caso de gripe aviar en grullas a nivel
mundial. La ministra de Protección del Medio Ambiente de Israel, Tamar
Zandberg, también declaró que este brote de gripe aviar H5N1 es el "peor
golpe a la fauna" de la historia de Israel y que el alcance total de sus
daños "aún no está claro".
En el mapa se observa la situación del
valle Hula, que es una zona importante de llegada de muchas aves migratorias, y
especialmente de grullas que llegan desde Rusia, Ucrania y Escandinavia para
pasar el invierno y esperar a la primavera para regresar a latitudes más frías.
Su situación tan próxima a la frontera con el Líbano ha provocado que en el sur
de este país hayan extremado las precauciones para evitar cualquier contagio en
sus granjas, ya que el virus puede transmitirse por el aire o a través de las
aves migratorias o incluso de los animales salvajes que habitualmente cruzan su
frontera con Israel. De momento se sabe que, a 20 de enero, no se había
detectado ningún caso en el Líbano.
Los últimos informes indican que está
disminuyendo la muerte de grullas, pero se han encontrado aves infectadas en
otras zonas naturales de Israel. También se han detectado aves de rapiña
infectadas que comparten espacios de alimentación y descanso con otras aves y
que además se ha visto que se alimentan de aves muertas e infectadas. En este sentido,
preocupa que la gripe aviar pueda afectar especialmente a las águilas del valle
de Hula y otros valles donde se concentran las grullas, ya que las águilas son
carroñeras. El valle de Hula es un buen lugar donde invernar para muchas aves,
especialmente para las águilas moteadas mayores y las águilas imperiales
orientales, que son especies amenazadas a nivel mundial, y también para las
águilas de cola blanca, que están en peligro de extinción en Israel.
Obviamente, donde la enfermedad se propaga con más fuerza y rapidez es en las
granjas avícolas. De hecho, las condiciones de hacinamiento de la cría
intensiva de aves de corral son las que provocan que algunas variantes hayan
llegado a ser tan mortales e infecciosas, y que a partir de esos puntos de infección
se puedan extender a especies silvestres que además se convierten en
propagadoras de la enfermedad debido a sus movimientos y migraciones. Y esto
siempre acaba significando el sacrificio de miles o incluso millones de aves de
corral. En Israel ya se han sacrificado más de un millón de pavos, patos y
gallinas de granja, todo ello mientras las autoridades aseguran que las aves de
corral y los huevos son seguros para el consumo si se cocinan adecuadamente.
Al
igual que sucede con los virus de la gripe humana, y tal como también estamos
comprobando con la pandemia del Covid-19, hay muchas cepas de la gripe aviar y
algunas son más mortales que otras. La variante H5N1 está siendo especialmente agresiva
esta temporada, y se ha extendido por toda Europa. A finales de diciembre ya se
informaba de 27 países europeos afectados por el brote, y que el Reino Unido
estaba experimentando el mayor brote de gripe aviar de su historia, algo que
había provocado el sacrificio de más de 500.000 aves de corral y otras aves
domesticadas. Al mismo tiempo, también se han ido encontrando muchas aves
silvestres muertas por la gripe aviar, destacando la muerte de más de 4.000
gansos de la especie barnacla en Escocia y también de entre el 15 y el 20% de
los gansos que habitan el archipiélago de Svalbard, en Noruega, y que están
representados en la imagen superior. Justo antes de la publicación de este
artículo se notificaba la detección de un brote muy contagioso en los Países
Bajos, donde ya se iba a poner en marcha el sacrificio de cientos de miles de
pollos. En España ya se han encontrado aves silvestres infectadas y también
aves de corral en granjas de Lérida, Ávila, Segovia y Palencia.
De momento
ninguna variante de la gripe aviar ha provocado infecciones preocupantes en
humanos. La primera que se detectó fue en 1997 durante un brote de aves de
corral en Hong Kong. A nivel mundial, desde enero de 2003 hasta el 30 de
diciembre de 2021, se han notificado 863 casos de infección humana en 18
países. De estos, 456 acabaron con la muerte de la persona infectada fatales. A
pesar de ello y hablando de la variante H5N1, la Organización Mundial de la
Salud considera que el riesgo pandémico general asociado a H5N1 no ha cambiado
significativamente en comparación con años anteriores y sigue siendo muy bajo. Respecto
a este brote actual, a principios de enero se infectó una persona en el Reino
Unido, una persona que tuvo mucho contacto con aves infectadas en sus
instalaciones. Se ha hecho un gran seguimiento de las personas que habían
contactado con la infectada y no ha habido ninguna propagación y el infectado
se encuentra bien y en autoaislamiento.
De todas formas, al igual que sucede
con el Covid-19, no se sabe con certeza por qué un brote puede ser más
virulento o infeccioso que otro. De hecho, la variante H5 de la gripe aviar ya
tiene varios subtipos, como mínimo desde el H5N1 al H5N8, y se considera que
todos están circulando por todo el mundo a través de las aves tanto silvestres
como de corral. En Estados Unidos no se había detectado ninguna infección en
aves de la variante H5 desde el año 2016, pero el pasado 18 de enero se
informaba de la detección de algunas aves infectadas en los estados de
Carolina del Norte y Carolina del Sur. También se han detectado infecciones en
humanos desde varios subtipos, aparte del H5N5, y actualmente los expertos
están preocupados por el subtipo H5N6, que parece haber cambiado y ahora ser
más infeccioso para los humanos. También existe preocupación por la enorme
cantidad de variantes y subtipos, algo que a nivel epidemiológico eleva mucho
el riesgo y representa una mayor posibilidad de que cualquier variante pueda
mutar o incluso crear vínculos con un virus de la gripe humana, porque si esto sucediera empezaría a transmitirse masivamente entre humanos generando un gravísimo problema de salud mundial.
Lo
que sí que está claro es que la interacción del hombre y su abuso sobre la
naturaleza, junto con toda la contaminación con la que está devastando el
planeta, van a empeorar situaciones como esta. La imagen superior hace referencia
a todo el daño que también causa la agricultura y todas las medidas que toma el
ser humano para proteger sus intereses. En Israel, por ejemplo, se puso en
marcha un programa para echar maíz a las grullas con el fin de evitar que se
comieran las cosechas, pero eso provocó altas concentraciones de aves en zonas
concretas y ayudó a la transmisión y expansión de la enfermedad. También las
actividades de caza significan una interacción negativa del hombre y los
animales, no solo por el asesinato sino porque los cazadores pueden propagar la
enfermedad al llevar el virus en sus zapatos, en los neumáticos de sus coches o
a través de los perros que utilizan para recoger las aves que cazan.
Además, al cazar provocan la huida de otras aves, que vuelan hacia otros
lugares y propagan el virus. Por estos motivos en Israel se ha cancelado el
último mes de su temporada de caza.
Algunos expertos advierten de esta clara
posibilidad de expansión de infecciones y enfermedades zoonóticas, y que se
tienen que tomar otras medidas e implementar soluciones con antelación para no
acabar con esos enormes sacrificios de aves de corral, que ahora ya están
provocando que muchos agricultores y ganaderos exijan que también se
sacrifiquen las aves silvestres al culpabilizarlas de estos problemas. Por esta
razón, muchas organizaciones protectoras de la vida animal y de las aves
silvestres están monitoreando las situaciones que van emergiendo y exigiendo
normativas y zonas de protección y refugio para especies que puedan llegar a
ser diezmadas por la falta de conciencia del ser humano. Además, con el
calentamiento global, muchas especies de aves pueden variar sus migraciones
llegando a más lugares o también moviéndose y deteniéndose en más puntos que
adquieren características que ahora les son apropiadas y antes no lo eran.
Fuentes:
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