miércoles, 31 de octubre de 2018

Evento del mes de octubre

Publicado por David Arbizu

GRAN IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MEDITERRÁNEO
El pasado lunes, 22 de octubre de 2018, se publicó un estudio en la revista "Nature Climate Change" que analiza la situación que se está experimentando en toda la Cuenca Mediterránea debido a los efectos del cambio climático planetario, unos efectos que han provocado que la temperatura media de toda la zona haya aumentado 1,4ºC desde la era preindustrial, que el nivel del mar se haya elevado 6 centímetros en las últimas dos décadas y que sus aguas se hayan ido acidificando dramáticamente. La publicación de este estudio coincide, de algún modo, con un aumento de la sensación de inestabilidad, de desequilibrio de los patrones climáticos e incluso de peligro, para los seres que habitamos en toda la zona, por la posibilidad de ser afectados por eventos catastróficos cuya probabilidad y proximidad anteriormente no se había sentido con tanta fuerza, como si de pronto, especialmente desde el inicio del otoño, todo pasara muy cerca y se hubiera entrado en un gran caos climático en el que las tormentas son huracanadas, con precipitaciones torrenciales que causan gravísimas y destructivas inundaciones, con un notable aumento de la formación de tornados y trombas marinas, con un oleaje cada vez más elevado que impacta y penetra en las costas y zonas urbanizadas, con cambios de temperatura que muestran una mayor llegada de vientos árticos y también de vientos saharianos, con impactos de huracanes o restos de tormentas Atlánticas que antes no cambiaban su trayectoria hacia el este, tal como se observó con el huracán Leslie, e incluso con movimientos sísmicos de mayor potencia, como el terremoto de 6,8 grados que el jueves 25 de octubre sacudió el Mar Jónico, cerca de Grecia. Y tampoco hay que olvidar la actividad volcánica, donde destacan las erupciones del volcán Etna (Isla de Sicilia-Italia) y del volcán Strómboli (Islas Eolias-Italia), ni los incendios forestales que, tal como ha sucedido el pasado verano en Grecia, se vuelven cada vez más potentes, alimentados por la sequedad y los vientos y la propia deforestación al construir zonas urbanizadas en lugares inapropiados, donde de pronto las viviendas, las instalaciones y las calles se vuelven caminos por donde el fuego corre de forma descontrolada.

El estudio publicado por la revista "Nature Climate Change", que ha contado con la participación de 18 instituciones de investigación de 10 países, también pretende poner de manifiesto el impacto climático dando una visión integrada de la Cuenca del Mediterráneo frente a otras evaluaciones más globales, como las que resultan de los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). A partir de este estudio y con la finalidad de poder seguir con las observaciones y análisis de los riesgos climáticos, se ha establecido la red MedECC (Expertos del Mediterráneo sobre el Clima y el Cambio Ambiental), que actualmente cuenta con 400 expertos y con el apoyo de agencias gubernamentales, entre otros socios, y cuya finalidad es aportar información científica a gobiernos y administraciones y poder influenciar en la toma de medidas efectivas contra el cambio climático y la degradación ambiental.


Cuenca Mediterránea

A través del estudio se han determinado los cinco mayores riesgos asociados al impacto de los cambios ambientales que van a agravar un entorno seriamente afectado por la urbanización, la agricultura y la pesca intensiva, la industrialización, la contaminación, las crisis políticas y financieras y las migraciones de personas como parte de la crisis social y humana. Estos riesgos están interconectados y son: la escasez de agua, la pérdida de biodiversidad, la seguridad alimentaria, los problemas de seguridad y la salud pública. 
Voy a analizar brevemente cada uno de ellos:
- Escasez de agua: La previsión es que se reduzcan notablemente las precipitaciones en verano, especialmente en los países del sur del Mediterráneo, y que al mismo tiempo vaya aumentando la demanda de agua, tanto por el crecimiento de la población humana como para satisfacer las necesidades de la agricultura. El conflicto de la escasez de agua puede verse agravado por actividades como el turismo, una mayor industrialización y la expansión urbana, que además son actividades directamente relacionadas con la contaminación del agua, ya que a la escasez se le añadirá el problema de la potabilidad, algo a lo que ya nos estamos enfrentando.
Aunque ahora se estén formando grandes tormentas con fuertes precipitaciones, hay que tener en cuenta que la línea tropical está subiendo hacia el norte del planeta, de manera que la zona tropical es cada vez más ancha a nivel global y el desierto del Sahara se va expandiendo hacia el norte; esto también coincide con las previsiones que indican, por ejemplo, que amplias zonas de la Península Ibérica serán cada vez más áridas y que esta sequía irá expandiéndose desde el sur hacia el norte. Algo que también se observa en otras áreas del planeta es que, cuando se alcanzan niveles de sequía críticos, la recuperación es extremadamente difícil incluso con la llegada de abundantes precipitaciones, ya que la sequedad del terreno y el deterioro de los acuíferos y corrientes subterráneas puede llegar a puntos de no retorno, de que prácticamente sea imposible su recuperación.

- Pérdida de biodiversidad: Este riesgo está relacionado con la sexta extinción masiva, con la destrucción de ecosistemas, de hábitats cuyas condiciones climáticas son vitales para muchas especies. Una de las principales causas de la desaparición de muchas especies es el aumento de las temperaturas, tanto a nivel terrestre como marino, pero también la contaminación es una causa que puede llegar a ser mortal. Algunas especies son capaces de emigrar hacia otras zonas del planeta donde pueden sobrevivir, pero otras no y se extinguen. Al mismo tiempo, las especies que emigran pueden convertirse en especies invasoras en otros ecosistemas, al igual que sucede con la llegada al Mediterráneo de muchas especies invasoras que están alterando el equilibrio biológico en muchas áreas.
En la foto que sigue a continuación se observa la planta acuática "posidonia", que está en peligro de extinción debido a la contaminación y a la destrucción que las anclas y cadenas de los barcos hacen sobre el fondo marino. Las praderas de posidonia son una fuente imprescindible de oxígeno, se las llama el "pulmón del Mediterráneo". Además, estas plantas filtran sedimentos, crean barreras que evitan la erosión de las playas y mantienen la calidad y oxigenación del ecosistema submarino.


- Seguridad alimentaria: Es algo que ya están experimentando los países del norte de África, donde hay menos recursos y programas para adaptarse a situaciones que agravan la vulnerabilidad de sus habitantes. Muchos de estos países son políticamente inestables, con habitantes emigrando a las ciudades porque ya no pueden subsistir de la agricultura y la ganadería y desde donde se generan grandes movimientos migratorios hacia Europa, algo que está creando una situación que cualquier día puede estallar en cualquier lugar y que cada vez va teniendo más relación con el creciente número de personas que son "refugiados climáticos", aunque el incremento de los eventos catastróficos nos está mostrando que los refugiados climáticos pueden aumentar en zonas hasta ahora consideradas más seguras o protegidas.

- Problemas de seguridad: En este punto el estudio no tan solo se refiere a la inseguridad que puede llegar desde los conflictos humanos sino también, en especial, a los problemas derivados del aumento del nivel del mar. El estudio señala que el deshielo de los Polos y de las grandes masas de hielo, como los glaciares, afectarán directamente al Mediterráneo y que el aumento del nivel del mar pondrá en peligro muchas de las costas que están densamente pobladas. Además, la entrada de agua salada también dañará suelos agrícolas y generará grandes pérdidas de todo tipo.

- Salud pública: El aumento de las temperaturas, la acidificación del mar y la contaminación harán que aumente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y/o respiratorias. Estas condiciones climáticas también favorecerán la llegada y propagación de especies transmisoras de enfermedades que hasta ahora no se han acabado de establecer en toda la zona. 

Desde el estudio se quiere dejar clara la relevancia de estos riesgos y también su interconexión, ya que se considera que hasta ahora solo se habían analizado independientemente. Personalmente, creo que es importante hacer este análisis comprendiendo que todo está directamente relacionado, en interdependencia y que no se pueden poner en marcha acciones de ningún tipo sin tener en cuenta todos estos factores y también todos los que tengan que ver con el equilibrio y salud de los ecosistemas, de todos los hábitats y de todos los seres vivos que los habitan, no solo de la especie humana y no solo pensando en la agricultura, la ganadería y la pesca como base de nuestra subsistencia, sino pensando en todos los seres vivos como parte vital e imprescindible del equilibrio y salud de la biosfera, que es algo de lo cual depende nuestra supervivencia. Todo dependerá siempre del grado de conciencia con el que se desenvuelva, con el que actúe, el ser humano, porque de nada va a servir la nueva red de "Expertos del Mediterráneo sobre el Clima y el Cambio Ambiental" si solo se presentan soluciones parciales, específicas, para zonas concretas de la Cuenca Mediterránea sin tener en cuenta que, por ejemplo, las aguas del Atlántico siguen calentándose y aumenta el número de huracanes que empiezan a afectar a los países mediterráneos o que la corriente polar atmosférica Jet Stream, que regula y sostiene las corrientes del aire del Ártico, sigue desequilibrada y se producen enormes gotas frías que cubren grandes partes de Europa llegando hasta el sur del continente cada vez con más fuerza, recordándonos que, tal como indican muchos científicos, nos encontramos ante un patrón que conduce a una mini-glaciación, aunque parezca lo contrario.

Justamente la lección que ahora nos llega desde los desequilibrios climáticos que se están experimentando en el Mediterráneo es la de que en cualquier parte del planeta se pueden generar todo tipo de eventos y que cada vez queda menos tiempo para tomar decisiones importantes y definitivas para impedir un desequilibrio irrecuperable de la biosfera y de todos los sistemas y patrones climáticos que forman parte de su estructura y funcionamiento. La lección también nos demuestra que los cálculos científicos se pueden ir volviendo menos fiables porque los valores de la ecuación, de todos los patrones que hasta ahora se consideraban definidos, pueden cambiar en cualquier momento y, de repente, por poner un ejemplo, una temporada de huracanes del Atlántico que en primavera se preveía muy intensa, después, en pleno verano, pasa a considerarse baja, con pocos huracanes, y entonces, de golpe, a finales del verano y ya con el inicio del otoño, se empiezan a formar huracanes y a cambiar sus trayectorias fuera de todos los cálculos y previsiones que hasta ahora habían sido un patrón a seguir que daba pocos errores. Y, para finalizar, la lección también nos muestra la gran potencia de las fuerzas de este planeta, unas fuerzas que no podemos controlar y que nos advierten para que no sigamos con el abuso, la agresión y la destrucción de la Tierra, de su biosfera, si no queremos pasar a formar parte de un final catastrófico para todos. 



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