martes, 19 de octubre de 2021

Evento del mes de octubre

Redactado y publicado por David Arbizu

SEQUÍA GLOBAL Y ESCASEZ DE AGUA
Una de las formas con que la crisis planetaria y climática nos muestra su polaridad extrema es a través de los recursos hídricos y todos los patrones climáticos relacionados con el ciclo del agua, donde no solo interviene la formación de nubes y la caída de precipitaciones sino cómo el agua es absorbida y aprovechada por el suelo, si llega correctamente a los acuíferos pasando por todas las zonas donde debe interactuar con la vegetación y las capas del suelo, si llega a los arroyos y ríos y también a mares y océanos y se generan las evaporaciones correctas hacia la atmósfera, completando un ciclo básico donde existen muchas interacciones que son parte del programa que sostiene saludablemente las condiciones de la Tierra para que exista la biosfera y la biodiversidad.

Desgraciadamente, el desequilibrio de los patrones climáticos nos muestra cómo las precipitaciones son cada vez más intensas, torrenciales, y cómo provocan inundaciones debido a la enorme cantidad de agua que puede caer en muy poco tiempo y también al deterioro de la tierra, del suelo, de un suelo en muchas ocasiones urbanizado, cubierto con asfalto, siendo asfixiado y deteriorado. La escasez de agua afecta aproximadamente al 40% de la población mundial, y según predicciones de Naciones Unidas y del Banco Mundial, para el año 2030 la sequía podría poner a 700 millones de personas en riesgo de desplazarse. Así que cada vez se observan más zonas del planeta donde hay sequía, donde después llegan grandes tormentas que incluso provocan inundaciones y donde al cabo de un tiempo vuelve el patrón de sequía, con el suelo y la vegetación seca, siendo difícil de comprender cómo se puede haber perdido la gran cantidad de agua aportada por las lluvias.


España es un claro ejemplo de ello. Los últimos datos, a 19 de octubre de 2021, señalan que la reserva hídrica del país, que se refiere a la cantidad de agua embalsada, está al 39,2% de su capacidad. Este porcentaje lleva meses en continuo descenso, a pesar de las tormentas y DANAS recibidas con fuertes precipitaciones, a pesar de que se acaba de cerrar el año hidrológico, que abarca desde el 1 de octubre al 30 de septiembre, con un 5% de precipitaciones menos sobre el promedio de los registros, algo que no representa un descenso muy excesivo pero sí que demuestra la falta de absorción y aprovechamiento de las lluvias recibidas. Algunas zonas del sur del país están en situaciones que empiezan a ser alarmantes. Por ejemplo, los embalses del río Guadalquivir comienzan el siguiente año hidrológico con un 20% menos de agua respecto a la media de la década, y la situación ha provocado la declaración de emergencia y posiblemente el próximo 2 de noviembre se activará el protocolo de sequía.

Es muy importante ser conscientes de que los elementos están interconectados, de manera que el déficit o el exceso hidrológico no se puede analizar solo observando el ciclo del agua sino que hay que ver el estado de la tierra que interactúa con ese ciclo, y por lo tanto el estado de la vegetación y de la vida que regula la salud del suelo y del subsuelo, el estado del elemento fuego como calor que va a provocar mayor evaporación en zonas concretas, que va a provocar burbujas de aguas superficiales inusualmente calientes en los océanos, así como el mayor o menor impacto de los rayos solares dependiendo de su fuerza. Y también hay que comprender que la atmósfera es un sistema, que el hecho de que sea aire, que parece intangible, incoloro, no significa que no tenga una actividad completa que también depende de la expresión de los otros elementos, ya que contiene ríos atmosféricos que pueden llegar a ser más caudalosos que el Amazonas, corrientes del elemento tierra en forma de tormentas de polvo que pueden ser básicas como nutrientes que llegan a ecosistemas, y también lenguas de calor o de frío que permiten que haya inversiones térmicas que pueden ser necesarias para aclimatar y reequilibrar valles, donde pueden discurrir ríos o haber lagos, o zonas altas de montañas donde la humedad se filtre adecuadamente o se evapore en caso de un exceso.

Pero existe un factor desequilibrante sobre todos los sistemas, todos los patrones y todos los elementos, y este factor se llama ser humano. Muchas sequías están provocadas por el hombre, por el abuso sobre cuerpos de agua y acuíferos, con el establecimiento de enormes extensiones destinadas a la agricultura de regadío en zonas donde siempre había sido de secano. Las sequías también son impulsadas por la deforestación, por todas las presas que cortan el flujo de los ríos, por la contaminación, por los grandes polígonos industriales y empresas que utilizan el agua en sus procesos de fabricación y todas las grandes urbes con un crecimiento demográfico por encima de sus posibilidades para atender a la población.


Voy a exponer brevemente algunos casos destacados de sequías extremas y escasez de agua: 
- La imagen superior corresponde al lago Tuz, en Turquía. Durante los últimos 50 años, se han secado el 60% de los 300 lagos naturales de Turquía. La reducción de las precipitaciones, el aumento de las temperaturas, la mala gestión de las tierras públicas y las malas prácticas agrícolas han provocado que los niveles del agua, incluso en el segundo lago más grande de Oriente Medio, el lago Van, retrocedan hasta 200 metros. Esta situación está siendo devastadora para las aves y otros animales salvajes. Se calcula que el pasado mes de julio murieron entre 3.000 y 5.000 flamencos. También se ha registrado una muerte masiva de gaviotas y aves de rapiña porque se han visto obligadas a comer aves y animales que normalmente no están en su dieta, como los cuervos, que a veces son portadores de enfermedades mortales para estas especies. Turquía es un verdadero ejemplo de descontrol sobre la gestión del agua, con agricultores y ganaderos explotando en exceso acuíferos y pozos y desviando todo tipo de fuentes de agua. Junto a la sequía se añade una enorme contaminación de la tierra y del agua, ya que muchos países europeos exportan a Turquía sus desechos plásticos para su reciclaje, pero la gran mayoría de estos desechos terminan siendo arrojados, abandonados o quemados de forma ilegal. Por desgracia, este patrón podemos imaginar que sucede en muchas partes del mundo y especialmente entre países ricos y pobres.

- Otro país con una parte importante sufriendo un sequía severa es Estados Unidos. Todo el oeste siempre está marcado por un patrón de sequía como parte de su naturaleza, pero también es una zona donde llegan ríos atmosféricos desde el Pacífico y se han formado ecosistemas equilibrados. Pero el hombre ha creado verdaderas locuras con urbanizaciones en desiertos que ha querido transformar en zonas verdes, con cultivos de regadío y grandes urbanizaciones con piscinas y césped. La situación de muchos lagos y ríos del país, como el río Colorado, es extremadamente alarmante.


- La imagen superior corresponde a canales que llegan al río Paraguay, en Bolivia. Estos canales eran navegables y enlazaban con el río Paraná a través del río Paraguay, que es el afluente principal del Paraná. El Paraná es el segundo río más largo de Sudamérica después del Amazonas y es vital para la población, la economía y el medio ambiente de los tres países que atraviesa: Argentina, Paraguay y Brasil. En general, la sequía afecta al sur de Sudamérica y a todos sus ríos, y también está relacionada con la deforestación, los incendios provocados y todas las actividades humanas que ya he nombrado. Pero hay que comprender que no solo son los efectos de las acciones realizadas en estos lugares, sino que, por ejemplo, la deforestación y los incendios en la Amazonia alteran los flujos de humedad que normalmente descienden hacia estas zonas del sur.

- Irak también afronta graves sequías, con embalses en niveles muy bajos o prácticamente secos. El ejemplo de Irak sirve para hacer referencia a la grave situación por la que pasan Siria, Irán e Irak. Estos países habían tenido amplias zonas de gran florecimiento demográfico y cultural, en parte gracias a los poderosos ríos Tigris y Éufrates, pero la falta de conciencia ha destruido los ecosistemas y la salud de los ríos con vertidos de aguas residuales y todo tipo de residuos, provocando que en muchos lugares ahora no haya acceso a agua potable. Además, los conflictos entre estos países, tanto por razones económicas como religiosas, han provocado, por ejemplo, que Turquía haya construido grandes presas que merman el cauce y el avance saludable de estos ríos hacia los otros países.

- La sequía también llega a países como Canadá, donde el flujo del río Terranova está un 70% por debajo del promedio. En esta región muchos ríos están bajo mínimos. El cambio climático ha provocado un descenso de las acumulaciones de nieve y, por lo tanto, una disminución del agua fruto del deshielo que alimenta a estos ríos y un aumento de las temperaturas. Los ecosistemas están muy afectados, y especialmente los peces, destacando los salmones, ya que les es casi imposible avanzar río arriba para desovar. Esta falta de cauce provoca una disminución de los insectos acuáticos, que son importantes para las plantas acuáticas y también como alimento de muchos peces.

- Chile es uno de los países que actualmente están padeciendo una sequía extrema y prolongada. Se ha observado cómo un fenómeno llamado la Mancha del Sur, que es una enorme área de agua cálida situada en el sur del Pacífico, al este de Nueva Zelanda, es en parte responsable de la sequía extrema de Chile, ya que está impulsando condiciones cálidas y secas que están provocando el derretimiento de las capas de nieve de los Andes y que se estén secando lagunas y embalses devastando la salud del suelo, de toda la vegetación y otras formas de vida. Desde hace años, hasta 400.000 personas que habitan en zonas rurales de Chile reciben el agua desde camiones cisterna, pero ahora las condiciones se están extendiendo e incluso afectando a la ciudad de Santiago de Chile, donde se depuran las aguas residuales de la región metropolitana y se devuelven a sus cauces naturales para poder volver a utilizarlas como agua potable.



Las imágenes superiores corresponden a África, donde la sequía afecta terriblemente muchas zonas. De hecho, en África más de 2.000 millones de personas viven en países con estrés hídrico y carecen de acceso a agua potable y saneamiento. La imagen superior corresponde a Angola y representa a otros países del sur de África como Zambia y Zimbabue, con niveles de sequía que están forzando que las personas abandonen sus hogares y se dirijan a zonas donde poder sobrevivir. En muchas zonas las personas tienen que caminar hasta 4 horas para llegar al punto de agua más cercano, a menudo solo para encontrar agua sucia de la que beben todos los animales. Además, algunas migraciones afectan la estabilidad de otros países. Por ejemplo, se calcula que solo en el sur de Angola ya hay 2,3 millones de personas con inseguridad alimentaria por culpa de la sequía, y muchas personas pasan de Angola a Namibia, desde donde ya han advertido que no van a ser capaces de acoger a más migrantes porque se están sobrecargando sus instalaciones públicas, en especial las de salud, y se está generando un problema de exceso de población incluso para el equilibrio de sus recursos hídricos.

La imagen inferior sirve para hacer referencia a los países del Cuerno de África y también Madagascar. Algunos países principales son Kenia, Somalia y Etiopía, y atraviesan sequías severas a las que se unen plagas de langostas después de temporadas de lluvias que deberían aliviar la situación y favorecer las cosechas. También la isla de Madagascar sufre una sequía extrema con más de 1.100.000 personas padeciendo inseguridad alimentaria y muchas enfermedades y muertes relacionadas con el consumo de agua no potable. Se ha comprobado que para sobrevivir las familias están comiendo tamarindo mezclado con arcilla, y hay zonas donde la tasa de desnutrición es del 27% de la población.

Es necesario observar la situación de sequía y escasez de agua desde una perspectiva global. Hace pocos días que se anunciaba la formación de otro fenómeno de La Niña, que puede agravar la sequía en muchas zonas afectadas. Normalmente La Niña provoca falta de precipitaciones en el sur de Estados Unidos y gran parte de México, pero también en muchas zonas del oeste de Sudamérica y de los países del Cuerno de África. Por otro lado, como los vientos se llevan las cálidas aguas superficiales del centro del Pacífico hacia el oeste, hacia Filipinas, en toda esa zona aumentan las tormentas y precipitaciones. Pero con la crisis climática actual estos patrones ya no son tan estrictos y hay que contar con todo el efecto del jet stream del Ártico e incluso del jet stream que circula alrededor de la Antártida.

Relacionado con el déficit hídrico se encuentra el concepto de Día Cero. El Día Cero es el día en que un territorio o una gran ciudad se ven obligados a cerrar sus grifos a la población por falta de agua potable. En el año 2019, Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, estuvo a punto de convertirse en la primera urbe en alcanzar ese célebre día cero, pero los racionamientos, los cortes de suministro y un estricto modelo de ahorro impuestos por las autoridades consiguieron evitarlo en el último momento. Otra ciudad con un gran peligro de aproximarse al Día Cero es la Ciudad de México. Muchas áreas y ciudades de muchos países, como Roma en Italia, ya han visto aplicar y aumentar días de racionamiento y corte de suministro.


La imagen superior hace referencia a los conflictos por el agua. En muchos casos la escasez y los conflictos fuerzan que los refugiados climáticos tengan que abandonar sus hogares. Actualmente hay más refugiados por cuestiones relacionadas con el medio ambiente que por guerras y conflictos armados. Está comprobado que hasta ahora la mayoría de los conflictos, incluso algunas guerras civiles, están relacionados con la agricultura, pero irán aumentando conforme las personas se queden sin acceso al agua potable.

Algunos expertos califican los conflictos por el agua dividiéndolos en tres grupos o formas. El primero hace referencia a los conflictos entre animales, cuando la falta de agua provoca la aglomeración de diversas especies para beber de un mismo lugar donde además no hay para todos. El segundo hace referencia a los conflictos entre humanos y animales, cuando la falta de agua provoca que el ser humano quiera echar como sea a los animales que están bebiendo el recurso tan escaso. Un ejemplo de estos dos conflictos lo encontramos en Australia, cuando el año pasado se sacrificaron miles de camellos debido a que estaban dañando infraestructuras y aproximándose a zonas urbanas, incluso buscando el agua de los aires acondicionados, debido a que se morían de sed. Además, se peleaban entre ellos por el agua, enfermaban y provocaban contaminaciones de las pocas fuentes de agua activas. Este conflicto también muestra todos los perjuicios de las especies invasoras, ya que los camellos no son originarios de Australia sino que fueron traídos por colonizadores británicos en el siglo XIX.

El tercer tipo de conflicto es entre personas, pueblos o naciones. Aquí destaca la utilización de los grandes ríos dependiendo de la zona en la que cada país esté situado. Por ejemplo, China genera conflictos con India y Pakistán al hacer cualquier restricción sobre los ríos Ganges e Indo, que nacen en el Tíbet y son básicos para esos países. Ya he hablado antes de los conflictos de Turquía con Siria, Irán e Irak. Israel también corta los suministros de agua de Palestina. Y quizás el conflicto que ha estado y sigue estando más cerca de provocar una guerra es el de Etiopía con Sudán y Egipto, ya que Etiopía está construyendo una gran presa en el río Nilo Azul que ya está afectando su cauce y ha provocado que Egipto y Sudán hayan hecho ejercicios de guerra cerca de la frontera con Etiopía y se hayan autoproclamado “guardianes del Nilo”.


La imagen superior muestra un dispositivo para extraer agua de la humedad de la atmósfera como un ejemplo de tecnología aplicada por el hombre. Pero en un momento de severa crisis planetaria y desequilibrios climáticos globales se tendría que comprender que esa extracción va a tener unas consecuencias seguramente negativas, va a crear desajustes, al igual que lo hacen las presas de los ríos, las desalinizadoras y especialmente toda la geoingeniería con la siembra de nubes, que para mí puede estar siendo uno de los efectos más negativos que esté provocando las sequías y también las enormes y devastadoras tormentas, porque no es posible pensar que favorecer la formación artificial de nubes para que llueva sobre una zona no va a afectar a los patrones atmosféricos y al ciclo del agua del planeta, por algo afirmamos que Todo Está Conectado.





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