Redactado y publicado por David Arbizu
La corriente
circumpolar antártica es una corriente poco conocida pero extremadamente
importante, tanto para el equilibrio de toda la Antártida como del planeta.
Esta es la única corriente que circunnavega el planeta, que hace un giro
completo alrededor del eje de rotación, y separa el agua fría del sur, del
océano Antártico, del agua subtropical y más caliente de las corrientes
subtropicales. Es una corriente relativamente fría que fluye de oeste a este
alrededor de la Antártida, y este sentido del giro compensa el movimiento de
este a oeste de las corrientes que tiene al norte, en la zona subtropical.
La
corriente circumpolar antártica conecta los océanos Atlántico, Pacífico e
Índico y transporta agua intermedia y profunda entre estos tres océanos, por lo
tanto es una parte indispensable del Cinturón Transportador Oceánico o
Corriente Termohalina.
En el momento de escribir este artículo, a finales del
mes de noviembre de 2021, esta corriente ha sido noticia porque se ha detectado
un aceleramiento y también se ha comprobado que su principal impulso no son los
potentes vientos del oeste de la Antártida, sino el gradiente o diferencia de
temperaturas entre las aguas cálidas que llegan desde los océanos Atlántico,
Pacífico e Índico y las frías de la Antártida.
Se calcula que la corriente
circumpolar antártica se formó hace
unos 30 millones de años, cuando la Antártida y Sudamérica finalmente se
separaron para formar el Estrecho de Drake, algo que hizo que la Antártida quedara aislada de las aguas
más cálidas, se enfriara y se generara una reducción del dióxido de carbono, y
todo ello provocó la formación de los glaciares sobre el continente, que
anteriormente estaba cubierto de bosques. Entonces se formó esta corriente
debido a las diferencias de temperatura entre las aguas, junto con la fuerza de
los vientos, el movimiento de rotación de la Tierra y la gravedad, y el efecto
Coriolis, que es una fuerza aparente de aceleración y, en el caso del
hemisferio sur, de giro hacia la izquierda que afecta a todo tipo de corriente.
La
corriente circumpolar antártica tiene gran importancia a nivel global.
En las dos imágenes superiores vemos toda su interacción y también separación
que realiza con otras corrientes, excepto del Ártico, y cómo delimita las
corrientes de la Antártida. También se observa su relación directa con la
Corriente Termohalina o Cinturón Transportador Oceánico, del cual forma parte
de forma indispensable, como un verdadero motor impulsor situado en el sur. La corriente
circumpolar antártica y todas sus propiedades interaccionan principalmente con
la corriente del Atlántico que desciende desde la zona de Groenlandia e
Islandia después de que a esa altura se hundan las aguas cálidas de la
Corriente del Golfo. Entonces, la fuerza de la corriente circumpolar antártica reparte
y envía hacia el norte, tanto en el Índico como en el Pacífico, y también en el
Atlántico, aguas relativamente más frías y profundas para impulsar otras
corrientes y liberar calor a la atmósfera o absorber calor de la atmósfera, sosteniendo
patrones climáticos que permiten las diferencias de temperaturas, la formación
de nubes y precipitaciones y todos los sistemas que forman la biosfera y
permiten que la Tierra tenga estas características únicas para sostener su
enorme fuerza de vida y biodiversidad. Por lo tanto, tal como definen algunos
expertos, la corriente circumpolar antártica es una parte importante de
la red mundial del transporte oceánico como redistribuidor del calor alrededor
de la Tierra.
En la imagen superior se observa el Ártico. Aquí también se
hubiera formado una corriente circumpolar, pero los continentes y zonas
terrestres no lo han permitido. Por eso los patrones climáticos de los polos de
la Tierra son tan distintos, y el Cinturón Transportador Oceánico tiene las
características que tiene, favoreciendo que muchas zonas del hemisferio norte
no se enfríen más de lo que podrían enfriarse. Se sabe perfectamente que esto es lo que mantiene a los países escandinavos con temperaturas más suaves de las
que podrían llegar a tener, y que, por ejemplo, los fiordos no estén congelados.
Por supuesto que todo esto lo digo considerando una situación equilibrada en el
planeta, pero todo el calentamiento global provocado por el ser humano está
desestructurando todos los sistemas. La imagen del Ártico también expresa cómo
está cambiando el océano Ártico y está adquiriendo más las características del
Atlántico al no sostener su fuerza para separar las aguas, especialmente debido
al deshielo y a todo el debilitamiento de la corriente jet stream, del vórtice
polar y corrientes internas tan importantes como la del Giro de Beaufort y la
Deriva Transpolar. Si aumentan los cambios y debilitamientos de estas
corrientes podría llegar a haber una liberación más excesiva de la que ya hay
ahora de agua dulce y fría, principalmente en el Atlántico, y esto podría
causar graves problemas sobre la Circulación Termohalina y corrientes como la
Corriente del Golfo, que ya están muy debilitadas. En un caso extremo se podría
detener la Circulación Termohalina y dirigirnos hacia una glaciación.
Vuelvo a
centrarme en la corriente circumpolar antártica. Algo que también realiza la corriente
circumpolar antártica es almacenar calor y carbono de la atmósfera, y en este
momento los científicos todavía no saben si su aceleración va a provocar alguna
emisión que pudiera impulsar la concentración de gases de efecto invernadero y
el agravamiento de patrones climáticos a nivel planetario. En cualquier caso,
cualquier cambio desequilibrante va a afectar a todas las corrientes oceánicas
y a todo el Cinturón Transportador Oceánico, y también va a afectar la fuerza
que pueda alcanzar el deshielo en la Antártida.
Tampoco se sabe el
comportamiento que podría tener la aceleración respecto a los icebergs, porque
una de las funciones de esta corriente es mantenerlos en el océano Antártico,
pero cambios de velocidad podrían también generar impulsos para que entraran en
zonas del sur de los otros océanos, con todo el peligro para las corrientes,
para los patrones atmosféricos y para las formas de vida que no puedan
adaptarse a enfriamientos súbitos de sus ecosistemas acuáticos. Si observamos
el Ártico de nuevo, el hecho de que no haya una circulación circumpolar es lo
que provoca que a veces los icebergs puedan descender hasta latitudes muy bajas
respecto a su zona de formación.
Por lo tanto, lo importante es que se puedan
mantener todos estos sistemas que forman parte del funcionamiento de la
biosfera, que están conectados con los patrones planetarios de Gaia y su
sistema del bucle de retroalimentación, y obviamente que el ser humano conozca
cada vez más todas las características de este funcionamiento espléndido de
nuestro planeta, y tenga bien integrado que todo el desequilibrio que está causando
va a provocar los cambios climáticos que ya estamos viendo, con la crisis
planetaria y la sexta extinción masiva, porque todo está relacionado, todo y
todos somos una unidad con el planeta y su fuerza de vida.
Fuentes:
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